Ve al baño, toma tu cepillo de dientes y acompáñanos en este viaje divertido y educativo hacia una higiene bucal impecable.
Revisa estos tips y comienza desde ya a no cometer los más clásicos errores que evitan una sana y efectiva higiene bucal.
- El cepillado express: Uno de los errores más comunes es apresurarse durante el cepillado. Todos tenemos esos días en los que estamos tan ocupados que tratamos de hacerlo todo rápido, incluido el cepillado de dientes ¡Error! Un cepillado rápido y descuidado no hará justicia a tu sonrisa. Recuerda, el cepillado debe durar al menos dos minutos para permitir que el cepillo llegue a todas las áreas de tu boca. Ponte un temporizador, canta una canción o incluso intenta bailar mientras te cepillas para hacerlo divertido y asegurarte de que dedicas el tiempo adecuado a tu higiene bucal. Otro tipo son contar 30 segundos al limpiar cada superficie, es decir, 30 segundos por fuera, 30 por dentro, 30 por arriba y 30 más en tu lengua.
- La técnica del «fregado agresivo»:Aquí está el error que muchos de nosotros cometemos: cepillar los dientes como si estuviéramos fregando el suelo. Cepillar con demasiada fuerza y movimientos bruscos puede dañar el esmalte dental y las encías sensibles ¡Suavidad es la clave! Utiliza movimientos de barrido y suaves, asegurándote de cubrir todas las superficies de tus dientes y encías. El objetivo es limpiar, no arrancar tus dientes. Así que, relájate y acaricia tus dientes con ternura.
3.Olvidar la lengua: Aquí tienes un recordatorio importante: tu lengua también necesita amor y cuidado. Muchas veces nos enfocamos tanto en nuestros dientes que olvidamos que nuestra lengua también es un escondite de bacterias. Así que, después de cepillar tus dientes, no olvides limpiar gentilmente tu lengua con tu cepillo de dientes o un raspador lingual. Esto no solo te ayudará a mantener un aliento fresco, sino que también promoverá una salud bucal óptima. Recuerda que el color de tu lengua debe ser rosado pálido, nunca blanquecino o de otro color. La irregularidad de la superficie de la lengua afecta mucho en la acumulación de restos de alimentos y bacterias.
4. Cambiar de cepillo con poca frecuencia: ¡Alerta! Tu cepillo de dientes no es para siempre. Uno de los errores más comunes es usar el mismo cepillo durante meses e incluso años. Después de un tiempo, las cerdas se desgastan y se vuelven menos efectivas para eliminar la placa y los restos de comida. Se recomienda cambiar tu cepillo de dientes cada tres meses o cuando las cerdas comiencen a perder su forma. Además, si has estado enfermo, ¡reemplaza tu cepillo de inmediato para evitar reinfecciones! Por último, usa siempre cepillos de cerdas suaves, es totalmente un mito que a más duras las cerdas, mejor el limpiado.