Carga económica de las enfermedades bucales a nivel global fue de US$710 mil millones en 2019

Investigación del World Economic Forum realizada en 194 países revela brechas importantes al enfrentar el problema de la salud oral y sus derivaciones

En Chile la lista de espera odontológica es la más grande, con más de 450 mil personas esperando atención

La salud oral es fundamental para la salud y el bienestar general. Está vinculada a muchas condiciones de salud, incluyendo diabetes, accidente cerebrovascular, demencia, enfermedades cardíacas y salud mental, y afecta incluso los resultados del embarazo. Pese a lo anterior, miles de millones de personas en todo el mundo sufren los efectos negativos de enfermedades bucales no tratadas.

Según la data recopilada por una investigación del World Economic Forum (WEF), uno de estos efectos negativos es la carga económica de las enfermedades bucales, donde en 194 países fue de 710 mil millones de dólares en 2019, incluyendo 387 mil millones en gastos para tratar enfermedades bucales y 323 mil millones en pérdidas de productividad. La mala salud oral conduce a días de escuela perdidos, limitaciones en el logro académico y obstáculos en las perspectivas laborales. Las pérdidas de productividad derivadas de enfermedades dentales superan las de enfermedades cardíacas hipertensivas, asma y ciertos tipos de cáncer.

De acuerdo con la investigación, lo más importante es que las poblaciones más vulnerables son quienes pagan desproporcionadamente esta penalización económica. Las necesidades no satisfechas de salud oral provienen, en parte, de decisiones políticas, ya que frecuentemente las políticas de salud no consideran la atención dental como un servicio esencial de salud.

Existe una sólida razón económica para mejorar la salud oral a nivel mundial. Para lograr esto, el informe del WEF propone las siguientes acciones:

 

Los gobiernos deben:

– Implementar el Plan de Acción Mundial de Salud Oral de la OMS para mejorar la equidad en la salud oral.

– Integrar la salud oral dentro de las políticas de seguro de salud público y la cobertura universal de salud.

– Regular los seguros de salud privados para promover una cobertura dental integral y asequible.

– Fortalecer la atención primaria de salud mediante la integración completa de la atención oral esencial.

– Alinear incentivos para promover la prevención temprana en lugar del tratamiento posterior.

– Adoptar pautas basadas en evidencia sobre higiene oral, uso de fluoruro y regulación de productos azucarados.

– Buscar asociaciones estratégicas para fortalecer la salud oral.

 

El sector privado debe:

– Promover la investigación y desarrollo en productos de salud oral y crear alternativas saludables a productos dañinos.

– Proporcionar soluciones de autocuidado asequibles, especialmente en países de ingresos bajos.

– Ampliar la cobertura de atención dental en seguros proporcionados por empleadores.

– Apoyar y alinearse con el Plan de Acción Mundial de Salud Oral de la OMS.

 

Las organizaciones multilaterales deben:

– Incluir la salud oral en los diálogos políticos para fortalecer los sistemas de salud.

– Incorporar las enfermedades bucales en el marco de enfermedades no transmisibles.

– Apoyar y alinearse con el Plan de Acción Mundial de Salud Oral de la OMS.

La sociedad civil debe:

– Mejorar la base de evidencia para la política y financiamiento de salud oral.

– Financiar investigaciones sobre el retorno de la inversión para los empleadores que invierten en la salud oral de los empleados.

– Invertir en actividades de salud oral como parte del fortalecimiento de los sistemas de salud.

– Apoyar la participación comunitaria y la defensa por una mejor salud oral.

Abordar la crisis mundial de salud oral requerirá una acción audaz y coordinada entre todas las partes interesadas. El Foro Económico Mundial está bien posicionado para facilitar estas asociaciones críticas ¿Cuál será en Chile la carga económica asociada a la salud bucal? ¿Estamos preparados como país para avanzar en estas líneas de acción?